Get ready for a tale with an unexpected and shocking twist!
Title: The Best of Everything
Starring: Michael Kitchen; Brewster Mason and Judi Bowker
Year: 1981
Enjoy!
Get ready for a tale with an unexpected and shocking twist!
Title: The Best of Everything
Starring: Michael Kitchen; Brewster Mason and Judi Bowker
Year: 1981
Enjoy!
En clase non hemos dividido en minigrupos y nos hemos repartido el amplio temario. Mi minigrupo y yo hemos escrito acerca de los objetivos y la metodología de la ESO y del Bachillerato, así como de algunos otros aspectos generales de la educación secundaria.
Pero en esta entrada me gustaría comentar lo que supuso para mí trabajar con personas a quienes no conozco y a quienes jamás he visto (dadas las circunstancias de pandemia en las que vivimos).
Soy una persona introvertida y tiendo a ser tímida. Introversión y timidez no son sinónimos, pero, en mi caso, se unen ambas características. Comenzar a hablar por un chat, sin imagen, con gente nueva, algo que vengo haciendo desde el inicio del máster, ha supuesto un reto para mí, algo a lo que todavía no me he acostumbrado.
Sin embargo, reconozco que la situación deja pocas alternativas y, además, unir a los estudiantes aleatoriamente ayuda a sacarnos de nuestros lugares comunes y a abrirnos a personas con quienes quizás nunca interactuaríamos de ser otro el escenario.
Por lo pronto, trabajar con mis compañeras en la distancia me ha enseñado varias cosas.
Primero: tengo mucho que aprender en cuanto a competencias TIC... pero creo que todo es bastante más sencillo de lo que imaginaba. La gran mayoría de herramientas tecnológicas que hemos venido utilizando (que no son pocas) tienen una interfaz clara e intuitiva, o solo necesitan un poco de exploración para luego ir sobre ruedas. Además, los resultados que se obtienen, es decir, las presentaciones, la información, los formatos, la organización del trabajo, etc., siempre resulta mucho más atractiva y profesional, mucho más completa y fácil de mediar. (CD)
Segundo: mis compañeras tienen las mismas dudas que yo y el mismo afán por trabajar. Todas vamos a colaborar para sacar adelante los trabajos y todas vamos a poner nuestro granito de arena para completar la duna. El ambiente es muy abierto y afable. Hemos sido capaces de ingeniárnoslas para escucharnos las unas a las otras, hacer comentarios, realizar correcciones y sacar adelante un pequeño proyecto del que podemos estar orgullosas. (CSC)
Tercero: he sido capaz de aprender a hacer varias cosas que nunca antes había hecho. Las que ya he mencionado, como moverme por plataformas digitales o trabajar en línea, así como a leer información nueva y resumirla en tiempo récord, retener aspectos interesantes de los currículums de Secundaria (información valiosa para el examen de oposiciones), dar formato a la información recogida y presentarla a través del aula remota. (CAA)
Cuarto: soy más innovadora y emprendedora de lo que pensaba y, hasta ahora, no me había dado crédito por ello. Cuando trabajamos bajo presión, hay que tomar decisiones sin pensarlo demasiado y confiar en el instinto de cada uno. Yo tiendo a dejarme llevar, pero mis compañeras y yo hemos logrado cortar por lo sano cada vez que nos fue necesario continuar avanzando. (CSIEE)
En definitiva, creo que he sacado muchas cosas en limpio de haber hecho este trabajo, aunque me haya puesto nerviosa y me haya costado al principio. Se agradece mucho que los demás estudiantes empaticen y se muestren dispuestos a tener paciencia y a colaborar. Creo que ahora estoy lista para el siguiente reto.
Y he aquí el fruto de nuestro esfuerzo, ¡gracias Minigrupo 2!
Lecturas interesantes sobre la introversión:
K. M. Flanagan- Introverts and team-work
P. Krezwer- Introverts and Language Learning
Plataformas útiles para trabajar en equipo desde casa:
Skype: https://www.skype.com/es/
Google Drive: https://www.google.com/intl/es_es/drive/
Padlet: http://padlet.es/
Canva: https://www.canva.com/
Metodología, nivel, competencias, objetivos...
El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER) es un dosier en el que se reúnen estrategias, recomendaciones, resultados de investigaciones, deliberaciones y fines para encauzar la enseñanza de lenguas en un único sentido: una didáctica moderna, actualizada, bien pensada. La idea del MCER es, cuanto menos, interesante.
El enfoque el MCER me parece acertado, pues presenta un concepto real de lo que significa saber hablar un idioma, o, más bien, saber comunicarse. Actuar, mediar, gesticular, usar circunloquios y aclaraciones, saberse corregir, etc. son elementos de la comunicación que muy rara vez se incluyen en una clase de idiomas, pero que los seres humanos utilizamos incluso cuando hablamos nuestra lengua materna. Que el MCER tenga en cuenta toda esta miríada de elementos comunicativos es una señal positiva y alentadora, cuando menos, para los que nos dedicamos a la enseñanza.
Otro acierto reside en las descripciones de las competencias de cada nivel, pues ayudan al profesor a presentar las actividades adecuadas a cada alumno, el famoso input+1 de la teoría de Krashen (1989). Si tenemos una referencia de qué debe saber hacer cada alumno según su nivel, podremos adaptar las actividades a sus necesidades, variando el grado de dificultad según convenga. Sí, es cierto que los niveles son casilleros sin límites definidos, así como lo son los descriptores, pero lo que intentan no es tanto acotar como ofrecer una base, un punto de partida para el docente desde el cual poder comenzar a trabajar. Se trata de una gran ayuda, ¿no es así?
Además, el documento unifica una visión. Aunque permite a cada profesor elegir el método y el ritmo de enseñanza, el MCER señala un objetivo común. A mí me reconforta pensar que, en Europa, profesores de idiomas en colegios y universidades, se sientan a planificar sus lecciones con el mismo concepto de aprender una lengua que el mío. Esto hace posible la colaboración a gran escala que se materializa en blogs como ProfedeELE o LaclasedeELE, en los cuales es palpable la influencia del MCER y que, por ser europeos, ofrecen recursos mucho más en sintonía con la realidad de nuestras aulas que los que encontramos, por ejemplo, en LaTESOL, de Estados Unidos, cuya valía es incuestionable, pero que se rige por un marco diferente, el de National Readiness Standards for the Teaching of Languages y, por lo tanto, más cercano a la realidad de la cultura estadounidense.
Pero, para mí, el mayor acierto del MCER es que incluye el tratamiento de la personalidad en el aula de lenguas. La personalidad define cómo aprendemos. Todo: mates y ciencias y música y arte. Pero, sobre todo, SOBRE TODO, una lengua. Ahora mismo existe un interés enorme por estudiar cómo afecta la personalidad del alumno a su modo de aprender, entender, interiorizar, comunicarse, usar estrategias y motivarse a la hora de estudiar una segunda lengua. Como botón de muestra tenemos los trabajos de Sarah Mercer, Zoltán Dörnyei, Sarah Benesch o Michalinos Zembylas. A su vez, los trabajos de Paula Golombeck y Karen Johnson exploran las emociones y motivaciones de los docentes de idiomas, así como la relación discente-docente, relacionando sus investigaciones con los aciertos y fracasos del aprendizaje de lenguas.
Podríamos incluso decir que la psicología aplicada a la enseñanza de lenguas es el tema estrella en investigación de su campo y el entendimiento que esta perspectiva multidisciplinar arroja sobre el mundo de la docencia ya está dando excelentes resultados. El propio método comunicativo es fruto de la aceptación del alumno como individuo, algo que el MCER recoge en sus consideraciones.
Sin embargo, es necesario mencionar también que, en su afán generalista, el MCER carece de fuerza propia.
Por ponerlo de otra manera, al MCER le falta algo de garra. Es como muy tibio todo, ¿no? Por ejemplo, si ya sabemos que hay metodologías que no funcionan, ¿qué nos impide decir las cosas claras? En realidad no se estaría impidiendo su uso en modo alguno, sino que quedase claro que el profesor que las use no se estaría rigiendo por los criterios consesuados del Consejo Europeo.
En lo tocante al tema de la personalidad y la psicología aplicada, sucede lo mismo. La mera mención de estos temas es un avance, pero no una solución, pues no proponen ni cómo, ni cuándo, ni cuánto. Se nos pide que tengamos en cuenta la diversidad, pero no se nos da herramientas para hacerlo realidad.
En resumidas cuentas, el MCER me parece un documento valioso, en cuanto a que define criterios de evaluación de nivel, unifica objetivos y delimita conceptos básicos. Es un referente de apoyo sobre el que comenzar a trabajar. Sin embargo, es deliveradamente generalista y presenta ideas tan abstractas que la libre interpretación de las mismas puede generar el efecto contrario al que busca el dosier. Yo echo en falta argumentos más categóricos, o una apuesta firme, acompañada de ejemplos y materiales, que, sin dejar de ser una recomendación, me diese ideas para elaborar mis propias clases y, sobre todo, para descartar vías poco efectivas.
Mientras tanto, seguimos avanzando...
Referencias:
Blogs con información sobre el MCER:
Revista de la Universidad de Salamanca
Bibliografía:
Consejo de Europa (2001, ed. española, 2002). Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación. Madrid: MEC y Anaya.
Krashen, S. (1989). "Language teaching technology: A low-tech view". Georgetown University round table on languages and linguistics, 1989 ( pp. 393 – 407). Washington: Georgetown University Press.